Preparación:
- Primer paso: Ponemos a remojo los garbanzos
Este será el primer paso que realizaremos el día antes de hacer este cocido. En un bol ponemos los garbanzos y los cubrimos con agua, dejamos al remojo 24 horas sin necesidad de cambiarle el agua ni de añadirle nada.
Si tenemos un trozo de jamón seco se lo ponemos en el agua de los garbanzos para que se reblandezca y añadirlo después.
- Segundo paso: Preparamos el resto de ingredientes
Ahora limpiamos las ramas de apio retirando las hojas y quitando las hebras más duras, lo cortamos en trozos.
Pelamos las patatas y la calabaza, esta última la echaremos entera (en forma de media luna).
Escogeremos las patatas medianitas para sólo pelarlas y echarlas enteras.
El pollo lo pondremos en trozos medianos, para evitar que con la cocción se nos deshaga. El chorizo y el tocino lo pondremos en rodajas, aunque esto va en gustos. Si le ponemos jamón lo incluimos también.
Una verdura que le va de maravilla es la judía verde (redonda o plana), si la tenemos en casa la añadimos.
- Tercer paso: Agregamos agua a la olla
Antes de echar los ingredientes anteriores a la olla pondremos agua y esperaremos que hierva. Una vez esté hirviendo, añadimos los garbanzos (sin el agua) y todo lo demás.
Veremos que sale una espuma blanca, la retiramos con ayuda de una espumadera y una vez lo tengamos,tapamos y cocemos durante 20 minutos.
- Cuarto paso: emplatamos
Lo mejor es separar el caldo del resto de ingredientes. Lo mantenemos caliente hasta el momento de servir.
- Quinto paso:
Esta es la forma que tenemos de llamar a las sobras del cocido después de freírlas con unos dientes de ajo enteros y sin pelar.
Lo ideal es desmenuzar la carne y así lo tomamos pinchando con tenedor.
Una vez más la escasez ha conseguido crear un plato que a pesar de elaborarse con “sobras” está buenísimo
- Presentación en mesa y acompañamiento:
A este suculento guiso podemos agregarle un trozo y un hueso de ternera que le dará un sabor aún más especial.